¿Por qué al Canelo Álvarez no lo quieren los mexicanos?

Canelo, el incomprendido, la victima o el culpable; En el mundo del boxeo siempre habrá de todo un poco; fanáticos objetivos, los que son más apasionados y emocionales que racionales, los que ven las peleas de manera subjetiva, quienes aceptan criterios de otros, quienes no saben mucho o nada del deporte y opinan lo que sea. Pero lo que nunca podrá faltar sobre la mesa en el mundo del pugilismo profesional es lo siguiente: ¡LA CONTROVERSIA!



Y en esta oportunidad, desde los tiempos de Muhammad Ali y más recientemente, Floyd ‘Money’ Mayweather, llega quien es hoy en día la cara del boxeo a nivel mundial, el mexicano, Álvarez. La pregunta del título es muy valida y va justico con Canelo, sumando lo hasta estos momentos expuesto.

Canelo es sinónimo de controversia, y aplica perfectamente al revés, y la persona que sabe de boxeo, quien tenga tiempo apegado a este bello deporte, sabe de lo que se está hablando. Sin embargo, esto es un caso muy interesante de analizar porque causa mucha intriga y curiosidad, el hecho de que Álvarez, siendo un hijo mexicano, formado en su país de principio a fin, no goce del apoyo total de toda una nación, que es reconocida y tiene un legado importante en la historia del boxeo, gracias a figuras de la talla de Julio César Chávez, Erik Morales, Marco Antonio Barrera, Salvador Sánchez, Ricardo ‘Finito’ López, Juan Manuel Márquez, ‘Chiquita’ González, por solo mencionar a unos “cuantos”.

Si lo vemos desde afuera, Canelo ha cosechado logros, éxitos y galardones que tendrían orgullosa a cualquier nación y a todos los ciudadanos, independientemente si saben o no de la materia, del boxeo. Pero hay algo que siempre he pensado y pienso aplica perfectamente en este tema; ‘Al fanático mexicano no se le puede engañar NUNCA sobre el boxeo’. La historia del pugilismo va en el ADN con México y repito lo que escribí en líneas pasadas, aplica a la revés.

Los latinos somos personas muy apasionadas, va en nuestra cultura, y por ende siempre vamos a dar más prioridad a la emotividad y no tanto o casi nada a la racionalidad, y es allí donde quizás pecamos, dado que ‘todo en exceso es malo’, y en este caso del Canelo, el tapatío siempre terminará pagando los platos rotos, debido a que su carrera siempre llevará sino muchos asteriscos, al menos si una gran duda y es allí donde el fanático casual o el disciplinado, el apasionado hace “leña del árbol caído”.

La victoria de Saúl ante Avni Yildirim el sábado pasado, a quien pulverizó en 3 asaltos y defendió con éxito sus coronas de peso súper mediano de la AMB y el CMB, volvieron a encender todo el contexto, entorno y ámbito en el que Canelo se desenvuelve, ya que hay que decir las cosas como son; Yildirim nunca fue una real oposición para el mexicano, mucho menos uno del excelentísimo nivel que tiene este y parece que es viable pensar que “se vendió” o tan solo fue a Miami a visitar las playas, las discotecas luego de cobrar su cheque.

Figuras como Julio César Chávez Jr, ex rival del Canelo, Teddy Atlas, entrenador y comentarista de boxeo y el periodista deportivo de ESPN, David Faitelson, no se quedaron con nada por dentro y “atacaron” al Canelo a través de las redes sociales y dijeron lo que muchos piensan desde hace años, pero no tienen el alcance y la plataforma para ser escuchados. Suena fuerte decirlo, inclusive escribirlo, pero la realidad es que en México, los mexicanos no quieren al Canelo, simplemente no tienen un respeto o una empatía por mas mínima que esta sea por el boxeador de Jalisco.

Muchos podrán pensar que es simplemente ignorancia o envidia de los fanáticos, y esto podría aplicar, puede de hecho, pero en un porcentaje, que aún sin tener data oficial, estoy seguro que no es la gran mayoría; A Canelo lo han llevado muy mal en la mercadotecnia, y el más claro ejemplo de esto es que han intentado “Mayweatherizarlo”, valga la expresión. Han intentado hacer de su imagen un Floyd Mayweather latino, y eso simplemente no aplica en México y mucho menos en América Latina donde la pasión nos mueve a todos lados.

Mayweather es un boxeador afroamericano, representa una llamada “minoría”, es la imagen, la cara, la voz de un pueblo oprimido desde tiempos de la esclavitud, es decir, esto viene con la historia, la cultura, el tiempo y es por ello que cuando un hombre como Floyd Mayweather Jr recibe tanto “odio” por parte de latinos, blancos y todos apuestan a que pierda y hasta los momentos NUNCA ha sucedido, su gente, su raza se siente orgullosa y lo apoya a más no poder.

Aplicó igualmente cuando Barack Obama se convirtió en el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos de Norteamérica. Todos lo apoyaron, independientemente si su política, su administración era muy buena o mala, todos querían estar a su lado, apoyándolo ya que era visto como la voz de los que no eran escuchados. El querer llevar al Canelo a ser como un Floyd Mayweather simplemente le está costando muy caro, porque está sucediendo el caso contrario; Canelo es hoy en día aparentemente mucho más “odiado” de lo que Floyd lo fue en su momento, y vaya que eso es mucho qué decir.

Sus constantes declaraciones que rayan en lo pedante, chocante, arrogante y no tienen parecido alguno a lo que en cambio Mayweather si transmitía que era seguridad en sí mismo, en su talento, en su nivel, es allí donde se ven los pequeños detalles que hacen la diferencia a la hora de ver por qué hoy en día, la cosecha que Álvarez y su equipo de trabajo están recogiendo y no luce como la que en su momento se tenía pensada cuando se cosechó.

¿Asteriscos? Hay muchos, bastantes, inclusive de donde elegir, y los fanáticos lo saben; Matthew Hatton, Erislandy Lara, Floyd Mayweather (114-114), Gennady Golovkin (1era pelea), Rocky Fielding, Avni Yildirim, Miguel Cotto (tarjetas), Julio César Chávez Jr (peso pactado), Sergey Kovalev (campeón más débil en 175 libras) y si usted que lee hasta ahora tiene más, puede añadirlos, y se dará cuenta que estamos en presencia de un boxeador que tiene TODO para ser la estrella número 1 del boxeo a nivel mundial, con TODO para tener la mayor credibilidad de los últimos tiempos, pero parece que el “negocio” fue mucho más importante y usando sus propias palabras en entrevistas post pelea ante Yildirim, ‘Valió madre’.

Canelo ha declarado que a sus 30 años de edad, cuando mucho le quedan 5 o 6 años en el boxeo y que luego piensa retirarse y estar al tanto de sus negocios al 100%. Todavía tiene tiempo para enderezar un barco que va en un viaje con mucho mar picado, con vientos muy turbulentos y fuertes, y que por más que no se quiera ver, en cada batalla que libra sobre el ring, genera más dudas que respuestas, da más ansiedad e intrigas que satisfacciones, y en México, a los mexicanos, no se les puede decir “te hace falta ver más bax”. Quizás, a los boxeadores y a los promotores “les hace falta escuchar más al fan”.


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