Mike Tyson (Foto Cortesía)

Mike Tyson: una vida marcada por el boxeo y las drogas

Mike Tyson es una de las figuras más prominentes del boxeo y de todo el deporte mundial. Fue un peleador avasallante que terminó su carrera profesional con 44 victorias por KO (50 en total) y sólo 6 derrotas. Logró el título del mundo de los pesados, el cetro más codiciado para todos los pugilistas. Pero su carrera también estuvo envuelta en una ola de escándalos y polémicas. (Nota de El Ámbito)



Fue el propio boxeador que este miércoles cumple 55 años quien confesó los excesos, las drogas y sus aventuras sexuales. Por eso, en un documental personal, confesó que se dedicaba a la cría de palomas mensajeras, un actividad que le devolvía su espiritualidad. En su pico de popularidad y reinado en el boxeo, fue condenado a prisión tras ser acusado por abuso sexual a la modelo Desiree Washington. Muchos creerían que la cárcel modificaría a “Iron Mike”, pero todo lo contrario, fue un período vacacional para Tyson.

El neoyorquino pasó su tiempo en prisión rodeado de drogas y maratones sexuales. Se dice que le llevaban mujeres especialmente para él, como si se tratara de un rockstar recién llegado a una lujosa ciudad. Tal era su adicción sexual que en su autobiografía “Undisputed Truth” confesó ser “un animal con dinero” y que mantenía relaciones con cualquier, en cualquier momento. Así, en 1990, cuando debía enfrentar a Buster Douglas, tuvo sexo con varias mujeres, a la vez o separadas, la noche anterior a la pelea. Al día siguiente, Tyson cayó por primera vez en su carrera.

Según algunos reportes de prensa, hacia la época que llegó a su punto más álgido en el deporte de los guantes, su fortuna ascendió a más de 400 millones de dólares. Tal fue su ingreso de dinero que lo derrochó en todo tipo de excentricidades. Llegó a tener casi una decena de tigres que le costaban varios miles de dólares por mes. Se deshizo del último felino cuando atacó a una mujer y la dejó sin un brazo. Su peor momento fue, quizás, la noche del 28 de junio de 1997, cuando en el segundo combate frente a Evander Hollyfield, sobrepasado por el campeón, le mordió y arrancó una parte de su oreja. Fue descalificado de inmediato y le revocaron su licencia de pelea por 15 meses.

La vida de Tyson transcurrió entre un talento innato para ganar y los excesos. El propio atleta confesó haber entrado a un ring profesional minutos después de haber fumado marihuana. Incluso, confesó su larga adicción a la cocaína. Pero la fama y el dinero hacen estragos en cualquier, y no todos pueden festejar sus 55 años.


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