Julio César Chávez & Juan Pablo II (Foto Cortesía)

JULIO CÉSAR CHÁVEZ UTILIZÓ COCAÍNA EN LA CASA DEL PAPA JUAN PABLO II

Julio César Chávez siempre será recordado como el gran ídolo de todo el boxeo en México, antes y después, porque incluso hoy en día, sigue siendo figura y ejemplo a seguir para todos los boxeadores, sean o no mexicanos.

Pero hay ciertas cosas por las cuales Chávez no es el mejor ejemplo a seguir, y una de ellas fue su gran problema con las adicciones, el cual gracias a Dios pudo superar con creces y hoy en día ‘El César’ del boxeo ayuda a personas que estén pasando por el mismo problema.

Luego de su derrota ante Frankie Randall en 1994, la vida personal de Chávez no fue la misma y comenzaron a ‘todo pulmón’ sus momentos más curiosos y “locos” por así decirlo.

Julio César Chávez & Juan Pablo II (Foto Cortesía)
Julio César Chávez & Juan Pablo II (Foto Cortesía)

El episodio que vivió en una época de vacaciones en Europa cuando visitó al entonces papa Juan Pablo II, ha sido quizás el que se llevé el número 1 de todos. Chávez habría inhalado cocaína en el baño del Vaticano.

De acuerdo con “Julio César Chávez: La verdadera historia”, una biografía del César hecha por su hermano Rodolfo, el ex campeón del mundo habría consumido la droga en el baño de la denominada Santa Sede en una visita que realizó al papa Juan Pablo II.

“No, ¡No quiero ir nomas a misa! Quiero ver al Papa de frente, quiero que me reciba en el Vaticano, en privado. Hablen con quien tengan que hablar, quiero ver al Papa”, fueron las palabras de Chávez a su equipo de trabajo en aquel viaje para que pudieran coordinar la visita.

“Bienvenido Julio César, es un honor para mí que me honres con tu visita, hijo”, le dijo el papa al ex boxeador una vez que lo recibió en su hogar.

“Me encantan tus peleas, eres un digno representante de tu deporte y tu país”, comentó.

“¿En serio? Oiga, está bien bonito todo aquí. ¿Puedo ver su recámara?”, respondió el sinaloense, antes de inhalar la sustancia en el baño personal del líder católico.

“Discúlpame, Diosito”, dijo Chávez entre dientes antes de entrar. “Perdóname”.

“Mi hermano sacó de su pantalón un papel que envolvía cocaína, la distribuyó sobre el mármol para después inhalarla, dejando completamente limpia el área del lavamanos. Julio jaló la palanca del excusado para que pensaran que entró al baño por otra cosa”, relata una de las páginas de la autobiografía.

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